Tal vez el título suene muy exagerado pero la realidad muestra lo contrario, lo que pasó en Tabasco, Chiapas y en Bangladesh son algunas muestras de lo que puede pasar sino tomamos conciencia de lo que estamos haciéndole a la naturaleza. Fenómenos naturales producto de los cambios climáticos que hemos provocado, y que han afectado a las personas que cuentan con escasos recursos para sobrevivir y que difícilmente lograrán salir adelante, física y emocionalmente, después de que las aguas se han llevado todo su patrimonio.
Como en otras ocasiones la ayuda de la comunidad internacional no se ha hecho esperar, sólo queda esperar que los gobiernos en verdad ocupen dicha ayuda en beneficio de las personas dafnificadas y no en asuntos de su interes personal. Esto porque siempre se presentan anomalías en la ayuda que llega a los países y sobre todo si se trata de dinero.
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